DIY Pintar Mandalas en piedras para niños

 ¿Qué son los mandalas?

Los mandalas son originarios de la india, y su significado es «círculo sagrado» o conjunto de formas que rodea un centro. Forman parte de la sabiduría y la meditación hindú por lo que se utilizan para la concentración de la energía y la relajación, tanto de niños como adultos.

Beneficios de pintar mandalas en piedras

Pintar mandalas tiene muchos beneficios para las personas de todas las edades, tanto niños como adultos. Si además lo hacemos sobre piedras estaremos favoreciendo la conexión con la naturaleza y el amor por ella. Estos son algunos de ellos, pero estoy segura que podríamos encontrar muchísimos más…

  • Ayudan a fijar la atención y la concentración
  • Nos llevan a la relajación y liberación de estrés
  • Aumentan la autoestima al crear algo de tal belleza con nuestras propias manos.
  • Favorecen la psicomotricidad fina y el pulso.
  • Fomentan la paciencia y la constancia. A medida que vamos pintando más mandalas en piedras van quedando cada vez mejor, por lo que podemos apreciar nuestra propia evolución y estar orgullosos de ella.
  • Propician la creatividad y la imaginación a través de su representación.

¿Qué necesitamos?

Necesitaremos piedras redondeadas que recogimos de la playa. Si podéis, lo ideal es que las recojamos en familia con los niños, así estarán implicados desde el principio y podrán elegir las formas de las piedras que más les gusten. En estas excursiones se encuentran verdaderos tesoros.

Témperas infantiles con aplicador, las nuestras son de la marca Djeco y son de Mumuchu (antes La Casa del Ratoncito Pérez). Estas pinturas permiten regular las gotitas que vamos dejando en la piedra haciéndolas más finas o más gruesas solo presionando el bote. Esta técnica se suele hacer con pinceles muy finos y punteadores, pero nosotros la adaptamos para hacerla con los aplicadores que resulta mucho mas fácil para los niños. Antes de empezar os aconsejo que las agitéis bien y desechéis las primeras gotas, ya que al principio sale como un liquido que no nos sirve para empezar a pintar de esta forma.

¡Empezamos!

Nosotros las pintamos de dos formas. Unas en las que pintamos las mandalas sobre el fondo directo de la piedra y otras en la que dibujamos un circulo de color de base, así el fondo queda más uniforme y nos da más sensación de círculo. Éste círculo es lo único que haremos con pincel.

Aquí podéis ver un paso a paso con cada uno de los puntitos que hicimos para dibujar uno de nuestros mandalas pero lo bonito es que no hayan dos iguales, que escuchemos a nuestro corazón y que creemos con nuestra propio ser interior dando rienda suelta a nuestra creatividad e imaginación.

  1. Empezamos dibujando un pequeño círculo en el centro que es realmente una gotita que expandimos con el aplicador de las pinturas.
  2. Dibujamos 4 puntitos, arriba, debajo, derecha e izquierda. Así se crea como una cruz.
  3. En medio de cada uno de los puntos anteriores, dibujamos otro puntito, de esta forma nos será muy fácil calcular las distancias para que sean todos equidistantes.

Continuamos con esta misma técnica dibujando nuestro mandala a nuestro gusto, cambiando de color y variando el grosor de los puntos:

Ya casi en el final dibujamos unos círculos por fuera de nuestra zona oscura y los rodeamos de más puntitos pequeñitos. Siempre usando la técnica del principio que nos permite hacer los dibujos más simétricos y con las mismas distancias.

En medio de algunos de los puntos más grandes hacemos puntitos de un color diferente, hace un efecto muy bonito y a los peques les encanta:

Es una actividad muy relajante en la que os aseguro que no podréis pintar solamente un mandala. ¡Coged suficientes piedras!

Decir también que requieren un poquito de práctica, pero en cada una que pintemos se aprecia muchísimo la mejora. Los peques se van dando cuenta de ciertos detalles que les hacen mejorar, y a lo largo de las piedras que vayan pintando la evolución será evidente y les servirá para ser más conscientes de su propio aprendizaje.

Un consejo es que debemos evitar echar demasiada pintura en cada gotita, es preferible echar una gotita pequeña y expandir con la punta del aplicador, así podrán controlar mucho mejor el dibujo.

Podemos encontrar también libros de mandalas para pintar, tanto para niños como para adultos. Os dejo aquí mis preferidos y la edad para la que están destinados.

Para niños a partir de 3/4 años:

Para niños a partir de 6 años:

Para Adultos:

Este libro lleva un kit para pintar mandalas en piedras para adultos con un montón de inspiración, algunas piedras, pinturas, pincel y punteadores. Un pasito más para disfrutar pintando mandalas.

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