Concepto Friluftsliv y Montessori – Organización del espacio exterior para el otoño

 

Hoy os quiero hablar de un concepto relacionado con la educación al aire libre del cual creo que podemos aprender e incluso quedarnos con un poco de su esencia y filosofía. Se trata del concepto Friluftsliv que se suele llevar a cabo en países nórdicos y escandinavos. Friluftsliv significa literalmente «Vida al Aire Libre» y aunque se trata de un concepto bastante amplio e interpretable podemos decir que se refiere a disfrutar de la vida en la naturaleza y al aire libre bien sea realizando actividades en el exterior o simplemente pasando tiempo fuera de casa.

Los países nórdicos y escandinavos se caracterizan por tener un clima mucho más extremo que el nuestro y las condiciones de frío que tienen nos pueden hacer pensar que no puedan disfrutar del exterior. Pero en realidad esto no es así, y en general, ellos hacen un disfrute del aire libre incluso mayor que nosotros a pesar de que nosotros tenemos un clima mucho más templado y favorable para salir. La tendencia a esconderse a la mínima lluvia ellos la convierten en una oportunidad para salir a disfrutar, y es esa diferencia en la mentalidad la que les hace que prevalezca las ganas de disfrutar del aire libre aunque para nosotros esas condiciones climáticas no nos parezcan las idóneas.

En estos países este concepto es también llevado a la educación como se comenta en el libro «Nature First: Outdoor Life the Friluftsliv Way» de Henderson y Vikander y desde las mismas escuelas fomentan y provocan salidas al exterior independientemente del clima desde los primeros años de vida. 

En el concepto Friluftsliv se propone la educación al aire libre ya que ésta nos proporciona los recursos que nos da la propia naturaleza para un aprendizaje integral y brinda a los niños grandes beneficios a nivel psicomotriz y cognitivo que se traducirán en aprendizajes dentro de las áreas de desarrollo que trabajamos en el currículo escolar.

Disfrutar de actividades al aire libre nos permitirá que los niños desarrollen un mayor respeto por la naturaleza, el consumo responsable de sus recursos y la adquisición de valores ecológicos.

El concepto Frilufstliv y el método Montessori

El concepto Frilufstliv y el método Montessori, desde nuestro punto de vista tienen mucho en común ya que está íntimamente relacionado con la educación cósmica Montessori que es una de las bases de este método. La educación cósmica muestra a los niños cómo cada elemento que forma el Universo tiene una finalidad y existe una interrelación entre todos ellos. La educación cósmica les permitirá aprender a observar esas relaciones y comportamientos y les hará llegar a la conclusión de la necesidad y la importancia de mantener un equilibrio y balance natural.

Esta necesidad de salir al entorno natural para experimentar y vivir experiencias sensoriales y vivenciales es el nexo de unión con el concepto Frilufstliv y el método Montessori.

Las actividades al exterior fomentan la curiosidad en los niños haciéndoles plantearse preguntas y cuestionándose el porqué de sus dudas así que desarrollarán una actitud de investigación por medio de la propia experiencia y de los recursos que podamos proporcionarles. De este modo llegarán a sus propias conclusiones de un modo vivencial, partiendo desde un enfoque concreto, desde el que habrán podido experimentar por ellos mismos y hasta llegar a ideas más abstractas.

¿Cómo podemos implementar el concepto Friluftsliv en nuestras casas y colegios?

El concepto Friluftsliv se puede adaptar a nuestra casa y a nuestro propio estilo de vida combinando espacios de interior y de exterior así como dedicando momentos de salidas al aire libre. Es por ello que hace unos meses os enseñamos varios artículos sobre cómo estábamos adaptando nuestro ambiente preparado exterior para que los peques tuviesen allí un espacio de juego y experimentación.

Ahora que estamos en otoño y se acerca el invierno, queremos seguir disfrutando de este espacio exterior, y es por ello que seguimos adaptando este ambiente para que nos facilite estos momentos de juego al aire libre sin tener que renunciar a ello a causa del mal tiempo y el frío. Cómo dice Míriam, una maestra que ha pasado más de 5 años en una escuela en Noruega:

«Todos los días (haga el tiempo que haga) salimos a jugar mínimo dos horas. Un día por semana vamos de excursión. No existe el mal tiempo, sino la mala ropa. En España, la mayoría de niños se quedan encerrados en los días de lluvia … ¡Perdiéndose todas las experiencias que la lluvia nos ofrece!»

Un chubasquero, unas botas de agua, ropa de abrigo e incluso un pantalón impermeable pueden transformarse en un equipo indispensable para poder seguir disfrutando del exterior. El chubasquero y botas de agua que llevan en estas fotos mis peques son de Igor Shoes y todo el calzado que tienen está fabricados 100% en España. Las botas son muy blanditas y están forradas por dentro y el chubasquero está forrado de algodón en su interior, por lo que además de proteger del agua hará función de cortavientos cuando no hace mucho frío.

Cuando haga más frío la solución consistirá en llevar ropa térmica debajo, junto a un pantalón impermeable y una chaqueta calentita. Lo mejor de realizar actividades al exterior es que los niños aprenden a autorregular su temperatura valorando si van demasiado abrigados o si tienen frío, en definitiva, buscando vestirse de una forma adecuada en cada estación del año.

Adaptación del ambiente preparado exterior

Ya os mostré hace un tiempo en el blog la forma en la que habíamos adaptado nuestra terraza teniendo en cuenta que estamos de alquilader. Al tratarse de una terraza pavimentada empezamos colocando un césped artificial, una zona de cantos rodados donde los peques pudiesen coger piedras para jugar, así como otros elementos clave tales como: un huerto urbano, mesa de experimentación, cocinita de exterior…

Tener una diversidad de elementos exteriores que se puedan alternar nos hará poder plantear propuestas diferentes para pasar tiempo al aire libre y así desarrollar diferentes actividades que proporcionen motivación y experimentación a los niños a lo largo de todo el año. Por ejemplo, el huerto urbano es una de las experiencias más bonitas para vivir con los niños, ya que tiene características diferentes en cada estación y los niños se involucran en el cuidado de los cultivos y después tienen la satisfacción de elaborar recetas con los productos cultivados.

El elemento más reciente que hemos incluido en el ambiente exterior es un cobertizo de madera que nos permite tener los materiales de juego de exterior organizados y a la vista de los peques. Es de Aosom, la misma tienda y marca que el huerto urbano, y al ser del mismo tipo de madera quedan genial uno al lado del otro.

Dentro de él los materiales están dispuestos a la vista y accesibles para que ellos mismos puedan cogerlos sin ayuda.

¿Qué materiales de exterior ofrecemos y cómo los organizamos?

Los materiales que guardamos en este cobertizo de madera van cambiando según las necesidades, pero aquí os muestro algunas combinaciones que hemos hecho.

La parte de la izquierda del cobertizo está organizada en estantes movibles y extraíbles. Los tenemos clasificados en cajas de madera por tipo. Por ejemplo, materiales para el juego sensorial como botellas sensoriales, jarras translúcidas, cubos, cacharritos de metal, palas harineras…

Juegos tradicionales de exterior como los bolos, petanca, croquet, juegos de lanzamiento y juego de construcción como los Eco Bloques y las excavadoras para montar.

Para materiales más grandes podemos quitar diversos estantes y usar una cesta grande para guardarlos.

La cesta que usamos es en realidad una cesta de la ropa que me gusta porque al tener un divisor central de tela podemos clasificar los materiales dentro de ella. Aquí guardamos raquetas y materiales para la arena, discos…

En la parte derecha del armario solemos guardar los ladrillos blandos para hacer grandes construcciones, cajas apilables con arena cinética y herramientas para jugar con arena, las botas de agua y los chubasqueros.

En el separador interno del cobertizo encontramos tres ganchos que usamos para colgar la ropa de exterior como los chubasqueros.

O para las herramientas de jardín de palo largo como la pala, rastrillo, o escoba.

Este cobertizo está preparado para estar al exterior, lleva techo asfáltico así como protección para el agua. En la parte superior tiene un pequeña puerta que usamos para guardar los cascos de las bicicletas de los mayores.

En definitiva, guardamos en este cobertizo todo tipo de material sensorial de experimentación para el exterior para que los peques pueden tener acceso a él en el momento que quieran.

Bandeja de Mundo Activo o Tuff Tray

La bandeja de Mundo Activo o Tuff Tray es un recurso fantástico para tener en exteriores, ya que es un material en el que los niños pueden experimentar de forma sensorial con líquidos o materiales como tierra, hierba, arena…etc.

Aquí por ejemplo podéis ver una bandeja de experimentación sensorial con hojas de otoño mojadas que vino ideada porque mi hijo más pequeño me preguntó si cuando llovía las hojas continuaban siendo crujientes así que se nos ocurrió hacer una bandeja sensorial con hojas secas, agua, y diferentes tipos de botellas.

Hicieron trasvases con las botellas y las palas:

Hicieron migas con las hojas y prepararon sopa de hojas. Y sobre todo, descubrieron una nueva textura de las hojas secas de otoño, las hojas secas mojadas ¿Habéis probado alguna vez a tocar las hojas secas mojadas por la lluvia? ¿Y a olerlas? Es una gran experiencia sensorial.

En este espacio los peques tienen acceso al agua y es algo que da mucho juego, ya que el agua es uno de los materiales sensoriales estrella que aportará a los peques un sinfín de experiencias de descubrimiento y desarrollará su creatividad e imaginación. Pero aunque tienen libre acceso al agua siempre hemos trabajado un uso responsable de la misma y siempre que la usan para alguna actividad lo hacen de forma responsable y al terminar se limpia y se guarda para regar después las plantas.

La arena es otro de los materiales estrella para el juego exterior y da lugar a un montón de propuestas de experimentación en la que los peques lo pasan genial y aprenden muchos conceptos como el concepto de presión o volumen entre otros.

En esta bandeja sensorial combinamos la arena con los ladrillos de construcción y las excavadoras. Con ella jugaron a ser constructores, albañiles y hasta se pusieron el casco de constructor como atrezzo.

Este tipo de propuesta da como resultado una experimentación libre fantástica que es una gozada y de la que me siento muy afortunada de poder observar.

Con esta bandeja construyeron paredes con los ladrillos colocando con la pala y la rasqueta la arena haciendo como si esta fuera el mortero. Aprendieron el nombre que se le da a la substancia que «pega» los ladrillos en la construcción, experimentaron con diferentes formas de crear una pared ya que probaron a hacerla alineando los ladrillos o intercalándolos…

E incluso formaron cilindros de arena usando como molde los propios ladrillos.

También experimentaron con los distintos tipos de excavadoras y sus diferentes funciones. Las excavadoras que tenemos son desmontables y ellos las construyen atornillando las diferentes piezas, así que en algún momento empezaron a desmontarlas y esconder los diferentes elementos por la arena para ponerse a buscarlas y ver si podían reunir las piezas de nuevo para construirlas.

Juegos de mesa en el exterior

Ya os enseñé este verano la mesa que pusimos en la terraza y la seguimos usando para comer en familia y también para jugar a juegos de mesa. Lo que hacemos para adaptarla a los más peques es añadir las sillas Tripp Trapp de Stokke que os he enseñado varias veces, de este modo conseguimos que los peques puedan llegar a la mesa cómodamente.

Estas sillas son perfectas para poder estar todos juntos en la mesa de una forma fácil y segura, al ser tan estables los peques se pueden incluso levantar en el escalón y moverse mil veces que no se levanta del suelo. Las nuestras son en color haya natural pero las han sacado ahora en color roble oscuro y son una preciosidad.

Para hacerlas más confortables añadimos el cojín Nordic Grey que es muy suave y mullidito y está hecho con algodón orgánico y materiales reciclados.

Los momentos de juegos de mesa en el exterior son momentos de gran valor en los que también se aprende de la mejor forma, jugando. En esta foto los peques estaban jugando a un juego de mesa muy divertido y apto para los más pequeños, es un juego relacionado con el huerto en el que tienen que recolectar las verduras que les han tocado en las tarjetas o jugar con ellas a modo de memory. Totalmente recomendable e idóneo para jugar en el exterior rodeados de huertos y naturaleza.

Con la llegada del otoño e invierno, no hay porqué limitar el juego exterior y los momentos que podamos pasar en la naturaleza ya que estos aportarán muchísimos beneficios a los niños y a todos en general. Solo tendremos que preparar un buen abrigo, ropita impermeable y un ambiente exterior rico en experiencias.

Espero que os haya servido esta nueva mirada hacia las actividades exteriores ¿Os animáis a pasar más tiempo en la naturaleza?

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